Al igual que la Covid-19, «la pandemia de los contenedores» puede durar algún tiempo. Las líneas navieras están luchando para gestionar los equipos que parece fuera de su alcance, lo que es difícil imaginar una cadena de suministro normal. De hecho, apunta el analista de la industria marítima, Jon Monroe, la cadena de suministro está totalmente rota, dejando al EE.UU. en un estado de embotellamiento.
Las líneas navieras contabilizaban entre 30 y 35 buques en el sur de California, cuyos puertos representan para EE.UU. aproximadamente el 50% de todas las importaciones desde China. John McLaurin, Presidente de la PMSA, describió que un importador le aseguró los siguiente: «no puedo conseguir una reserva en China, si consigo la reserva, no puedo conseguir el contenedor, si consigo el contenedor, no puedo conseguir el espacio, si consigo el espacio, el buque seguirá esperando fuera del puerto de una semana a diez días, cuando el buque finalmente se descargue, puede que no consiga un chasis, si consigo un chasis, tendré un tiempo difícil y una espera para recoger el contenedor, si finalmente recojo el contenedor, lo más probable es que el almacén esté lleno».
La semana anterior los puertos de China quedaron un poco más aliviados luego que los buques embarcaran contenedores «roleados» antes del Año Nuevo Lunar. «No todo está limpio, pero es definitivamente mejor», apunta el analista.
Respecto a recientes publicaciones y artículos que sugieren que el puerto de Los Ángeles, por ejemplo, está «desviando» buques a otros puertos, explica que no tienen sentido, ya que «[los puertos] no tienen ningún control sobre los armadores u otros puertos hermanos». Monroe aclara «didácticamente» un aspecto importante sobre este punto: «Los puertos no desvían buques. De hecho, los puertos de la costa oeste ni siquiera tienen un contrato con los armadores. Los puertos de la costa oeste son puertos de concesionarios y, como tales, firman acuerdos a largo plazo con operadores de terminales que, a su vez, firman contratos con las líneas navieras».
Pero el colapso no se produce en todos los puertos de EE.UU. Al respecto Monroe plantea a los expedidores los siguiente: «¿Busca un puerto alternativo para minimizar el tiempo de espera y los trastornos? Piense en Charleston [Costa Este del EE.UU.]. Pat Dinon, que representa dicho puerto, me ha dicho que no tienen buques esperando para atracar, ni congestión portuaria, ni escasez de chasis (…) Además, parece que están a punto de añadir otra terminal en breve, añade.
Por último, Jon Monroe indica que la situación en los puertos del sur de California de Los Ángeles y Long Beach no ha cambiado y sólo parece empeorar. «Si las líneas navieras continúan con sus limitados blank sailings, la situación puede continuar así durante algún tiempo». Sin embargo, expone, «ninguna de las dos semanas [ésta y la próxima] tiene programada ninguna salida en blanco. A esto hay que añadir la ralentización de las operaciones debido a las casi 700 [trabajadores portuarios] infectados de Covid-19 en ambos puertos.
El analista destaca que Jon Decesares, de WCL Consulting, identificó 6 problemas clave en los puertos del sur de California:
-De 35 a 40 buques anclados en a la espera de un sitio de atraque.
-Terminales marítimas congestionadas (no hay más espacio para los contenedores).
-Escasez de operarios cualificados en los muelles (más aún desde que casi 700 trabajadores se infectaron con COVID).
-Largas colas de camiones en las puertas.
-Disponibilidad limitada de citas.
-Escasez de chasis (los camioneros los acaparan).
-Centros de distribución llenas hasta casi su capacidad con escasez de mano de obra.
Fuente: Mundo Marítimo