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Biden pone a trabajar a los puertos 24 horas al día para aliviar los cuellos de botella en las cadenas de suministro

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Miles de contenedores acumulados durante semanas en los puertos son la imagen palpable de los cuellos de botella en las cadenas de suministro que amenazan con frenar la rampante recuperación económica de Estados Unidos tras la pandemia. El cierre de fábricas por la emergencia sanitaria, las rutas marítimas bloqueadas y la escasez de mano de obra se han combinado en una tormenta perfecta, a la que tampoco es ajeno el déficit de elementos como los semiconductores, que interrumpe la producción en sectores clave como la automoción. Pero no sólo escasean los microchips: también los pañales o el aluminio necesario para los precintos individuales de muchos medicamentos.

Por todo ello, y porque el cortocircuito resulta ya más que evidente para el consumidor, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha anunciado este miércoles una batería de medidas de choque, entre ellas el funcionamiento ininterrumpido, las 24 horas del día, del puerto de Los Ángeles (California). Algunas de las principales empresas del país, como las grandes distribuidoras UPS, FedEx y Walmart, se han comprometido también a ampliar sus horarios hasta las 24 horas al día los siete de la semana para recortar el retraso acumulado en la distribución de bienes y mercancías y salvar así otro bache, el de las horas punta. Otras tres grandes cadenas pueden sumarse en breve. En los últimos meses, corporaciones de gran calibre como Costco, Home Depot y Walmart han llegado al extremo de fletar sus propios barcos para trasladar carga desde el océano Pacífico hasta EE UU. El retraso acumulado en la descarga y distribución de mercancías es de 11 días de media, aunque algunos puertos registran un mayor colapso.

“La decisión del puerto de Los Ángeles es el primer paso hacia un sistema operativo de transporte permanente”, es decir, 24 horas al día los siete de la semana, ha declarado Biden tras reunirse con los responsables de las instalaciones portuarias y del sector. El presidente también confirmó la completa disponibilidad de la cadena Walmart para trabajar a destajo. Fue un aviso de navegantes para el resto de las firmas afectadas: “Si las compañías no aumentan [el ritmo], las llamaremos al orden y les pediremos que actúen”, advirtió. También debe incentivarse la producción local, en EE. UU., una vieja promesa alentada en la campaña electoral dijo. “No queremos tener que depender enteramente de un país o una compañía en particular cuando estos no comparten nuestros estándares laborales o ambientales”.

La lentitud de los fletes acelera el riesgo de inflación

Como ha subrayado el Fondo Monetario Internacional (FMI) en sus previsiones globales, presentadas este martes en Washington, la escasez de algunos productos provoca un aumento de precios que alimenta el riesgo de inflación. En septiembre, el índice de precios al consumo continuó su tendencia al alza en EE UU, con una tasa del 5,4% (el 5,3%, en agosto). El dato pone en aprietos a la Casa Blanca y a la Reserva Federal, enfrentadas a un periodo inflacionario más prolongado de lo inicialmente previsto. De ahí la medida de descongestionar a destajo los principales puertos del país, para que fluyan las mercancías y la carestía originada por el desabastecimiento en alimentación, electrodomésticos y automóviles, entre otros sectores, se serene. El golpe de timón instrumentado por la Casa Blanca se produce en vísperas de la temporada de compras más intensa del año, entre las festividades de Acción de Gracias y Navidad.

Fuente: El País