El actual brote de coronavirus que aqueja a varias provincias en China, calificada por muchos como «la fábrica del mundo», afectará aún más las actividades en los puertos de ese país, lo que podría agravar los efectos negativos sobre las cadenas de suministros globales e impactar mayormente en los costos de los fletes marítimos.
Puertos como el de Yantian, que cerró durante casi una semana a finales de mayo, o el de Nanjing, que precisamente inició este lunes 2 de agosto con diversas restricciones en sus servicios, han tenido un “efecto mariposa” sobre un número importante de industrias en todo el orbe que han dejado de recibir ciertos insumos -como los semiconductores-, deteniendo líneas de producción y abriendo listas de espera para que los consumidores finales reciban sus productos en un tiempo indeterminado.
El incremento en el precio de los fletes comenzó a tomar forma desde la segunda mitad del año pasado, cuando algunos países que fueron impactados por la pandemia iniciaron su proceso de reapertura encontrándose con una demanda externa debilitada, lo que obligó incluso a algunas navieras a realizar blank sailings (cancelaciones) en las salidas de sus buques, como en el caso de los puertos en China.
Además, este fenómeno tuvo un efecto secundario al descomponerse globalmente la disponibilidad de contenedores en momentos en que los países comenzaron a recuperar su ritmo de producción y consumos internos.
Para México, como muchos otros países, el panorama para los próximos meses se observa más que retador, ya que es en este periodo cuando las empresas buscan apartar o tener seguridad de los espacios en sus movimientos marítimos de importación, lo que se le conoce como temporada alta o peak season, para atender campañas comerciales como el regreso a clases, El Buen Fin, Navidad y Año Nuevo.
Tarifa México-EU, en descomposición
Una historia similar se cuenta en la vía terrestre en la actividad comercial entre México y Estados Unidos. A pesar de que ambas economías se encuentran altamente conectadas en sus flujos comerciales, desde septiembre de 2020 comenzó a registrarse un desequilibrio entre el equipo que se requiere para subir hacia los Estados Unidos, ante la poca demanda que México estaba presentando de productos de su vecino del norte.
“Hay un incremento en la demanda norteamericana por cambio de patrones de consumo. Les doy un ejemplo, nosotros (México) somos exportadores importantes de línea blanca y hoy la gente que compra un refrigerador o un horno en Estados Unidos hay listas de espera de 3 y 4 meses, de ese tamaño es el incremento en la demanda y de este tamaño es el reto de tener equipo suficiente en México para el movimiento intermodal y carretero”, aseguró Eduardo Asperó, vicepresidente para México de Hub Group.
Fuente: T21